Si tienes un pequeño peludo en casa, sabes que no es «solo una mascota». Es un miembro de tu familia. Es esa cobaya que grita emocionada cuando oye el ruido de la bolsa de comida, ese conejo que corre hacia ti moviendo las orejas o ese hámster que parece tener energía infinita en su rueda.
Y, como con cualquier ser querido, quieres lo mejor para ellos. Sabes que cuidar su alimentación no es un detalle más, es la base de su bienestar. Porque lo que comen no solo les da energía, también les ayuda a estar sanos, fuertes y felices.
Cada especie de conejo, cobaya y hámster es única (y su dieta también)
Puede que sean pequeños, pero no por eso sus necesidades son menos importantes. De hecho, cuidar su alimentación es todo un arte, porque:
- En conejos, la falta de fibra puede llevar a problemas digestivos serios, como estasis intestinal, o incluso al desgaste incorrecto de sus dientes, que crecen de manera constante.
- En cobayas, la ausencia de vitamina C puede causar escorbuto, una enfermedad que afecta sus articulaciones y provoca dolor e infecciones.
- En hámsters, una dieta desequilibrada puede generar obesidad o carencias nutricionales, afectando su nivel de actividad y bienestar general.
Cada uno de ellos necesita algo diferente. Por eso, elegir el alimento adecuado no es solo cuestión de llenar su plato. Es entender qué les hace bien.